Te advierto que lo que vas a
leer a continuación puede ser muy impactante. Pero si decides leerlo te explicare
todo lo que está detrás de tu miedo, de tu ansiedad, de tu vicio, de tu
adicción, de tu exceso y abuso. Te invito a que leas este ensayo con suma
discreción y que te ayude a superar estos desequilibrios mentales y
emocionales.
El famoso psicólogo suizo Carl Jung, nacido en el año 1875, fundador de la psicología analítica, formulo una teoría llamada “la sombra”. En esta se afirma que todos los seres humanos tenemos atributos o características que reprimimos, negamos y no reconocemos como nuestras debido a que sentimos que son inadecuadas o no idóneas para nuestra interacción primeramente dentro de nuestra familia y luego en nuestra participación en la vida en sociedad. Estos elementos pueden incluir rasgos, deseos, impulsos y emociones que no concuerdan con nuestra imagen ideal de nosotros mismos y, por lo tanto, son relegados a un rincón oscuro de nuestra mente. Esta elección de preferir cuales de nuestros aspectos mostrar y cuales no son aceptables para nosotros ocurre a un nivel inconsciente, es decir, que somos ignorantes al respecto. Generalmente ocultamos nuestras características más negativas porque queremos sentirnos aceptados, queremos sentirnos integrados tanto a la familia como a todos los grupos sociales de los que formamos parte. En definitiva queremos encajar. En la sombra ocultamos impulsos primitivos, fantasías sexuales, ira, egoísmo, envidia, desconfianza, soberbia, etc. Esta configuración en nuestra psique no es del todo negativa. Nos ayuda a desenvolvernos con cierta facilidad en nuestras relaciones con los demás. Estos aspectos positivos que preferimos mostrar de nosotros mismos como lo pueden ser: buen trato, respeto, acatamiento a la autoridad, honradez, generosidad, confianza, lealtad, etc. son nuestra fachada al mundo. Si bien son nuestras cualidades, y está bien que las tengamos, podemos incurrir en el error de usarlas como una fachada para encubrir tus cualidades negativas, por lo tanto se convierten como una especie de mascara al mundo. En esta lucha por encajar, por ser idóneos, desdeñamos nuestras cualidades y zonas de nosotros mismos por miedo al rechazo y al reproche y estas empiezan a pujar por poder manifestarse que es en definitiva lo que esas zonas de nuestra psique quieren. Desean manifestarse y ser reconocidas por los demás. Esta lucha entre ocultar y manifestar puede agotar nuestras energías. Además nuestras zonas en la sombra pueden acabar por manifestarse de una forma estrepitosa debido a nuestro constante rechazo. Es así como podemos ver a una persona que actúa de una forma desproporcionada y agresiva ante un comentario insignificante para otros.
En nuestro empeño por ocultar la sombra tratamos de mostrar solo nuestras cualidades positivas y a pesar de que son nuestras cualidades las estamos usando como una máscara y por tanto empezamos a perder autenticidad. La autenticidad es la cualidad de ser sincero y coherente con uno mismo y con los demás. Implica aceptarse como se es. Implica decir la verdad. Si continuamos rechazando nuestra sombra empezaremos entonces a perder esa naturalidad y esa dicha que te da el ser autentico, el ser tú mismo sin tapujos ni mentiras. Esta actitud de fingir, de usar máscaras y de pretender lo que no eres genera sufrimiento, te hace sentir hipócrita y te agota psíquicamente. Este sufrimiento no es vano. Es una lección espiritual para que aprendas lo duro que es fingir y reprimir la sombra. Cuando cierres este círculo de esta lección aprenderás a permitirle la libre expresión de tu sombra.
Existe una razón principal para reprimir tu sombra la cual es el miedo. Miedo al rechazo, al reproche, al que dirán. A la exclusión proveniente los grupos sociales en los cuales participas. Por esto no tal vez no serás capaz de expresar tus propias opiniones y asumirás como ley el pensar del grupo. También miedo a herir físicamente a alguien con tu ira. Miedo a no manifestar tu identidad de género o tus preferencias sexuales porque piensas que serás rechazado, excluido y discriminado. Miedo a no expresar tus ideologías y conocimientos porque piensas que serás objeto de burla y al desprecio. Miedo a no expresare a la persona que amas tus sentimientos porque piensas que te rechazaran o te trataran con indiferencia. Miedo a abordar esa chica que te mira con insistencia porque piensas que te rechazaran o no sabrás como manejarte. Miedo a reprocharle a aquella persona que en tu puesto de trabajo abusa de ti o te humilla porque piensas que no tendrás el aplomo para expresarte o que serás despedido. También miedo al que dirán si le das rienda suelta a tu sombra. Todo este miedo es una fantasía que nos contamos a nosotros mismos en nuestra mente. Empezamos a rumiar. La rumiación se sucede cuando la persona centra repetitivamente sus pensamientos preocupantes y situación actual y en el como podría empeorar y en el miedo que eso les genera.
Existen dos maneras de reconocer la sombra. La primera es auto-observación y la segunda se llama la proyección. En la primera podemos observar nuestras reacciones ante determinadas circunstancias adversas como lo pueden ser un contratiempo, un percance, un imprevisto una crítica, una burla, etc. Entonces podemos observar la magnitud de nuestras reacciones que surgen como lo pueden ser agresividad, indiferencia, soberbia, irritación, ira etc. La proyección se sucede en aquellas escenas en donde vemos actitudes que nos irritan y que solemos criticar de los demás y también aquellas actitudes que nos atraen. La razón por la cual aquellas cualidades te irritan de los demás es porque eso forma parte de tu sombra, es porque tú también eres así pero no lo puedes reconocer o aceptar. Si estás interesado en trabajar en ti mismo aquí tienes dos poderosas formas de reconocer tu sombra.
En la actualidad la teoría de la sombra no está aceptada ampliamente en el ámbito de la psicología, debido a que sus ideas eran más místicas y oscuras, y estaban menos explicadas. También se debe a que no escribió para el público general. Sin embargo, te puedo citar un conocimiento del místico George Gurdjieff que afirma algo muy similar a la teoría de la sombra de Carl Jung. George Gurdjieff, filósofo, místico, maestro espiritual, en su doctrina del cuarto camino la cual se origina en diversas tradiciones (budismo, sufismo, hinduismo, cristianismo ortodoxo oriental) afirma que en el ser humano coexisten los llamados “yoes psicológicos”. Según Gurdjieff los yoes psicológicos son entidades negativas que mantienen encerrado a nuestro yo real. Son también una legión de elementos indeseables que constituyen el error y que mantienen dormida la consciencia. También son parte de nuestra personalidad. Entre yoes psicológicos podemos citar: el yo egoísta, el yo fanático, el yo orgulloso, el yo rencoroso, el yo soberbio, el yo irrespetuoso, el yo envidioso, el yo con complejo de superioridad o inferioridad, el yo manipulador, etc.
Sin embargo dentro del espectro de la sombra pueden existir elementos positivos. Te puedo citar el caso de mi hermano. En su sombra existe amor reprimido. El no manifiesta su amor con palabras. Tal vez reprime su amor por el miedo al rechazo o por miedo a mostrarse vulnerable. En este caso su sombra lo compele a mostrar su amor de otras maneras como prestar servicio, trabajar y apoyar a la familia.
Debes tratar en lo posible de asumir aquellos elementos prioritarios que hayas descubierto en tu sombra. Si, por ejemplo, percibes atracción por personas de tu mismo sexo obviamente al principio habrá una etapa de negación en la que sentirás miedo al rechazo, a la discriminación, a la burla o a la humillación. Posteriormente tu sombra habrá ganado terreno en ti y podrás asumir tu preferencia sexual sin tanto miedo aunque sabiendo que podrías ser víctima de lo anteriormente citado. Por ponerte otro ejemplo, si en tu puesto de trabajo eres víctima de burlas, habladurías o humillación puede que tu primera reacción sea guardar rencor y reprimir tu rabia por miedo a perder tu empleo o por miedo a mostrarte vulnerable y afectado. Las personas que suelen reprimir su rabia suelen, al cabo de un término de un tiempo, explotan emocionalmente de una manera inconmensurable. Debes concientizar que tu sombra es parte de ti y tu constante rechazo la hace sufrir y tornarse más negativa, imperante y desesperada.
Nada de lo que te he dicho es para que te llenes de miedo en lo absoluto. No debe tener miedo a esta información. Solo acabo de develar el velo que te mantenía ignorante acerca de quién eres. Lo que está detrás de tu miedo, tu ansiedad, tu adicción, tu exceso y tu abuso es tu sombra. Lo que pretendo con esta información es que tengas conciencia de la razón de estos desequilibrios y que tomes cartas en estos asuntos si no quieres que los elementos de tu sombra exploten fuera de tu control ya que al final de todo este rechazo y por mucho que reniegues tu sombra esta te ganara la partida.
Todo esto es para que tomes conciencia. La sombra no es mala. Tampoco es un castigo de Dios o del Universo. Es solamente una prueba para que crezcas espiritualmente en amor, perdón, valentía, asertividad, respeto, humildad, sinceridad, empatía, etc. Los elementos en tu sombra solo quieren ser aceptados porque estos envuelven una experiencia de aprendizaje espiritual. Al final de las experiencias intrínsecas a tu sombra habrás aprendido valiosas lecciones que constituyen tu patrimonio espiritual, es decir, que son estos aprendizajes son los que tú te llevas cuando desencarnas. No desdeñes de tu sombra. Deja que te hable. Puede que sientas miedo o pánico sin razón aparente. Es en esos casos cuando tu sombra te habla. Si sientes miedo, ansiedad, rumiación o adicción solo escribe lo que piensas y sientes. Plasma aquello que piensas que podría ayudarte a solventar. Describe tu situación y tus problemas. Escribe como piensas que podrías solucionarlo. Escríbelo en detalle. Luego léelo. De esta manera conectaras con tu yo emocional y podrás entenderte mejor y tomar cartas en el asunto.
Trata de entender que en tu deseo de encajar en la sociedad has sacrificado muchos aspectos de tu inconsciente que reclaman manifestarse en tu realidad. Esto puede hacerte una persona insincera contigo misma. Has puesto a tu mascara en primer lugar en detrimento de tu sombra. Piensas que tu mascara te brindara más satisfacción que integrar los aspectos de tu sombra. Debes poner tu bienestar psicológico de primero en vez de pensar en el que dirán, en el reproche y en el rechazo. Trata de deponer tus ideas de no encajar. Tú eres más importante que una crítica, una burla o una humillación. Aquellos que te critican por mostrarte cual realmente eres no merecen tu amistad ni tu cordialidad. Si eres autentico conseguirás, por ley de afinidad, a personas auténticas que te valoraran con virtudes y defectos.
Gracias por leer. Comparte si sientes que te aporto valor.