Recientemente vi la película ‘Locos de ira’ la cual me ilustro mucho sobre el problema de la ira en el ser humano. En la película se comenta que existen dos formas de ira: la ira explosiva y la ira implosiva. La ira explosiva ocurre en la persona que no tiene frenos internos que detengan la expresión de su malestar en forma agresiva hacia los demás. Por otro lado la persona que experimenta ira implosiva contiene cualquier expresión de enojo o malestar a los demás. Este ultimo tipo de ira la vemos por ejemplo en madres que soportan los abusos y maltratos de sus hijos o personas que soportan infidelidades o maltratos de sus parejas. La ira explosiva es menos común y la observamos por ejemplo en personas que, en situaciones estresantes, explotan expresándose con agresividad o de manera ruda y grosera ante los demás.
Es un hecho el que todas aquellas personas que soportan abusos o maltratos de los demás terminaran por mostrar la ira de manera explosiva a veces con personas que no tienen que ver directamente. Lo mejor en este caso es tratar de expresar tu ira de manera controlada, es decir, demostrar tu ira sin llegar a extremos agresivos los cuales puedas lamentar.
Este es la moraleja de la película expresada en una escena en donde el psicólogo tratante obliga a su paciente a confrontar de uno de un individuo que lo molestaba constantemente en sus días de primaria. Esta es una escena bastante graciosa por cierto.
Creo es lo correcto mostrar ira explosiva de manera controlada, no solo por el hecho de no guardas dentro de ti el rencor o la herida emocional de esa vivencia negativa si no que te haces respetar por los demás y detienes el abuso hacia ti.
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